El síndrome de intestino corto es conocido como el conjunto de signos y síntomas presentados por la alteración fisiológica y metabólica del intestino secundario a resecciones intestinales muy amplias. De manera arbitraria se ha establecido un intestino residual tras la resección igual o menor a 200cms en el adulto. No obstante esto dependerá mucho de la zona de resección ya que el yeyuno tiene mejor adaptación que el íleon tras la resección.
Dado que la gravedad del cuadro corresponde a las funciones del intestino que ya no estará disponible tras la resección resulta útil conocer cuales son las funciones tanto del intestino delgado como grueso para comprender que tan grande es el impacto del síndrome de intestino corto.
Causas:
- Isquemia mesentérica aguda.
- Neoplasias malignas.
- Enfermedad de Chron.
- Enteritis actínica.
- Cirugía abdominal complicada.
- Derivación intestinal.
En los niños las principales causas suelen ser:
- Enteritis necrotizante.
- Atresia intestinal.
- Gastrosquisis.
- Vólvulos o malrotaciones intestinales.
- Aganglionosis.
En los adultos en lo que a las resecciones corresponde por lo general la 3/4 partes suelen presentar resecciones amplias en la primera intervención quirúrgica y 1/4 sufre múltiples intervenciones con resecciones tras complicaciones.
Fisiopatología:
La resección de hasta el 50% de la longitud intestinal suele ser bien tolerada siempre que exista conservación de la válvula ileocecal y que esta se encuentre competente. El síndrome de intestino corto suele presentarse cuando el intestino restante suele ser inferior a los 200cms, ya que el transito intestinal se realiza demasiado rápido y las células de la luz intestinal no tienen el tiempo ni la cantidad de células necesarias para realizar la absorción de nutrientes y demás funciones ocasionando dentro de las más relevantes alteración hidroelectrolítica, trastornos de la absorción y de la vitamina B12. A pesar de que el yeyuno tiene de manera inicial una mayor superficie absortiva una vez este es resecado la porción del íleon suele sufrir un proceso adaptativo y compensa parcialmente la función del yeyuno; algo que no sucede tras la resección del íleon y/o válvula ileal ya que ciertas funciones específicas del íleon como el metabolismo de la vitamina B12 y la absorción de las sales biliares no suele compensarse por el yeyuno debido a su poca capacidad adaptativa en comparación con el yeyuno.
La presencia o no de válvula ileocecal juega un papel importante en el síndrome de intestino corto ya que además de su función de retener los materiales dentro de la luz intestinal para que los líquidos y nutrientes puedan ser absorbidos, la válvula ileocecal también evita el flujo retrógrado por lo cual su ausencia o incompetencia aumenta la posibilidad de sobrecrecimiento bacteriano lo cual además de ser un factor de colonización de bacterias también consume los pocos nutrientes presentes en la luz intestinal siendo la glucosa uno de los más afectados.
Es importante mencionar que después de la resección el intestino sufre cambios adaptativos con la finalidad de compensar la parte resecada; algunos de estos cambios son: las criptas se hacen más profundas, las vellosidades se hacen más altas, el intestino se dilata y se elonga. Estos cambios se hacen con la finalidad de aumentar la superficie absortiva del intestino para compensar la función perdida. Dicha función adaptativa suele ser mayor en el íleon que en el yeyuno.
Presentación clínica:
Por lo general la manifestaciones que se van a evidenciar son todas las concernientes a la falta del intestino y sus funciones. Algunas de las presentaciones que va a presentar el síndrome de intestino corto son:
- Diarrea.
- Desequilibrio hidroelectrolitico.
- Anemia por lo general perniciosa por falta de vitamina B12.
- Desnutrición calórico-proteica y déficit de nutrientes.
- Enfermedad ósea por deficiencia de minerales.
- Litiasis vesicular por trastornos del metabolismo de las sales biliares.
- Litiasis renal por trastorno del metabolismo del oxalato y otros minerales.
- Acidosis láctica.
- Cambios hepáticos.
- Trastornos de la coagulación secundario a deficiencia en la síntesis de vitamina K.
- Entre otros.
Tratamiento:
El tratamiento está dirigido a suplir las funciones del segmento intestinal resecado. Dentro de las medidas principales que se toman a consideración se pueden mencionar:
- Nutrición parenteral.
- Control del desbalance hidroelectrolítico.
- Reanimacion hidrica.
- Bloqueadores de la secreción gástrica.
- Alimentación oral en cuanto sea posible tras evidenciar función adaptativa del intestino restante.
- Antidiarreicos o fármacos que disminuyan la velocidad del tránsito intestinal.
- Probióticos.
- Procedimientos quirúrgicos con la finalidad de aumentar la superficie absortiva del intestino; en última instancia se valora el trasplante intestinal
La administración de nutrición parenteral suele ser vital para aumentar la sobrevida de estos pacientes que sufren del síndrome de intestino corto, en ocasiones estos deben de irse con la misma a casa y se va disminuyendo a medida que va aumentando la nutrición vía oral (enteral) debido a la capacidad adaptativa del intestino.
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